Podemos reírnos a carcajadas y a los cinco minutos lloramos sin
consolación. Somos montañas rusas. Necesitamos una hora mínimo para
prepararnos. Cuando no encontramos qué ponernos suele caer un “pues no salgo,
no tengo ropa”. Decimos una cosa y al rato cambiamos de opinión, porque nos da
la gana. Podemos meterte un tortazo, enfadarnos, mandarte a la mierda y al rato
comerte a besos. Todo nos sienta mal, porque tenemos la regla, y eso justifica
todo, y tú no lo entiendes porque no la tienes. Y no estoy gorda, es que hoy
estoy hinchada. Aunque podemos proponernos ponernos a dieta unas treinta veces
a la semana. Los domingos lluviosos queremos un novio que nos abrace mientras
vemos Dirty Dancing en la televisión, y los sábados nos damos cuenta de lo
equivocadas que estábamos.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada